10 CONSEJOS PARA SOBREVIVIR A UNA MUDANZA

Una mudanza puede ser muchas cosas: puede ser una tarea un pelín complicada, puede ser una pesadilla o incluso puede convertirse en un verdadero trauma. Da igual que uno se esté mudando a la casa de sus sueños; hay que asumir que durante el proceso lo más probable es que se vivan situaciones de crisis, nostalgia y estrés.

Pero, respira, también es una fase emocionante que afrontar con ilusión y ganas. Por eso, en Gopard hemos querido facilitarte la vida y hemos recopilado algunos tips que te ayudarán a superar esta etapa, a hacerla lo más llevadera posible e, incluso, a disfrutarla.

consejos mudanza Gopard
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Planifica qué irá en el camión de la mudanza

Antes de comenzar a vaciar armarios y cajones y llenar cajas, conviene que te detengas a pensar en el sistema que vas a seguir. Lo más habitual es hacer uso de una empresa de mudanzas pero, incluso así, siempre hay cosas que seguramente seas tú quien se encargue de trasladarlas de la antigua vivienda a la nueva. Así que lo ideal es que puedas dedicarle un momento a calcular cuál será el volumen de cajas o maletas que corran a tu cargo y qué muebles y electrodomésticos dejarás de mano de los transportistas. Recuerda que planificar una mudanza requiere de tiempo, dedicación y, probablemente, te suponga algo de estrés, así que cuanto antes empieces, mejor.

Elige una buena empresa de mudanza

Decidir quiénes van a transportar tus muebles y objetos personales no es una decisión que se deba tomar a la ligera. Si no tienes recomendaciones de alguna empresa concreta, busca en internet y fíjate en los comentarios que tenga de otros usuarios. No siempre se ajustarán con la realidad, como siempre ocurre con las opiniones en la red, pero seguro que pueden orientarte para dar con la adecuada. Reserva un día para la mudanza y asegúrate de que durante esa hora están permitidas las mudanzas en la comunidad que dejas y en la nueva a la que te trasladas.

Despréndete de lo que no uses

Uno de los pasos principales antes de ponerse manos a la obra con una mudanza, es calcular el nuevo espacio del que dispones y pensar en si te caben los muebles que ya tienes y en si, realmente, deseas mantenerlos. Lo mismo ocurre con cientos de cosas que probablemente ni recuerdas haber guardado y que a día de hoy lo más seguro es que ya no uses. Este es el momento de separar: ¿qué quieres guardar y qué no? Una vez hayas decidido qué muebles y objetos no deseas conservar, tienes varias opciones: llevarlos a un punto limpio, regalarlos, venderlos por plataformas de compra-venta o donarlos. Existen muchas asociaciones y ONGs que recogen los muebles, ropa o juguetes que ya no usas y les dan una segunda vida. Infórmate de los que haya por tu zona o localiza contenedores de ropa y zapatos que te queden a mano. Seguro que más de uno te lo agradecerá.

Hazte con suficientes cajas de cartón

Lo normal es que sea la propia empresa de mudanzas la que te facilite las cajas de cartón pero, en caso de no ser así, te recomendamos que elijas cajas de buena calidad para empaquetar tus artículos. Hay quien opta por pedir cajas en desuso a comercios cercanos y de confianza, pero si quieres ahorrarte los viajes y el trabajo de búsqueda, lo más sencillo es que compres packs de cajas de cartón. Existen cajas especiales para diferentes artículos, por ejemplo, para ropa, que te ofrecen, además, la comodidad de poder colgar tus prendas y no tener que perder tiempo en doblar y desdoblar.

Sigue un orden lógico

¿Por dónde empezar? Esa es la gran pregunta. Lo más recomendable es empezar por las cosas de las que no hagas uso a diario, por ejemplo, por la biblioteca. Comienza por los libros que no vayas a leer durante este período y guárdalos en cajas de cartón pequeñas (cuidado, los libros pesan y acumular muchos en cajas grandes puede acabar suponiendo un peso muy elevado). Continúa por otras cosas que no uses con frecuencia y deja para el final lo que sí necesites en tu día a día, como artículos de limpieza e higiene personal o sillas.

Embala bien los objetos frágiles

Parece algo de sentido común, pero es realmente importante embalar con cuidado y con buen material los objetos más frágiles para evitar posibles disgustos. Algunos puedes envolverlos con papel de periódico, pero otros muchos será necesario que vayan protegidos con papel de burbuja y gusanitos que rellenen los huecos para que los artículos no se muevan demasiado dentro de la caja y puedan acabar rompiéndose.

No cierres las cajas hasta que no estén completas

Es preferible esperar a que todos los enseres de una misma habitación estén ya empaquetados antes de disponernos a precintar las cajas. Así podrás tener un mayor control sobre todos los ítems, recuperar los objetos que necesites usar durante el proceso y evitar que se queden cosas sueltas y que acaben guardadas en cajas aleatorias. ¿Ya tienes listas todas las cajas? Lo ideal es disponer de un espacio ya vacío en el que poder apilarlas sin que entorpezcan el paso ni obstaculicen el resto del trabajo que todavía tenemos por delante.

Etiqueta las cajas y haz un inventario

Tal vez este sea uno de los pasos a los que más atención debas prestar. Es importante seguir un orden y separar en cajas tus objetos según la habitación a la que pertenezcan. Y aunque seguro que tener quince cajas en las que ponga “cocina” te ayude, te será mucho más útil que junto a ese rótulo vaya una descripción ampliada de los artículos que la caja contiene. También puedes numerarlas y hacer un inventario en el que tengas controlado y muy a mano lo que contiene cada caja para poder localizarlas más fácilmente en caso de que necesites algo concreto de una de ellas.

Prepara un kit de supervivencia para el día de la mudanza

¿En qué puede consistir un kit de mudanza? Cargadores, un cúter para abrir las cajas, botellas de agua, un bocadillo, un neceser y ropa de repuesto. Piensa en las cosas que de verdad vas a poder necesitar el día de la mudanza y preocúpate de tener localizadas las cajas que necesites desembalar primero porque vayas a tener que usarlas antes.

Celebra el fin de la mudanza

Parece que todo ha acabado, pero no. Algunas mudanzas pueden prolongarse durante meses e incluso años en forma de cajas todavía sin abrir. No te agobies. Lo más importante ya está hecho. Es el momento de celebrar el cambio, de comprar plantas nuevas y de inaugurar tu casa con música y una buena cena, eso sí, cuando ya tengas desembaladas la vajilla y las copas.

 

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